Un poco de humor a mitad de semana nunca viene mal. Os dejo con un monólogo del gran Goyo Jiménez sobre su especialidad "los americanos".

Historias universitarias. II parte

De siempre me han gustado las artes plásticas aunque muchas veces no consigo dar forma a muchas cosas que me imagino, quizás porque tengo demasiada imaginación... el caso es que tuve la oportunidad de cursar la asignatura de Artes plásticas, donde además de aprender a hacer máscaras de látex y fibra de vidrio hice mi primer y único decorado. Por cierto, lo que relaja amartillar.

Cuando se trabaja con fibra de vidrio hay que tener especial cuidado porque además de tóxico, puede resultar cancerígeno si te pinchas con alguno de los hilos. Yo que soy hipocondríaca y muy asustadiza para estas cosas, opté por el látex sin pensármelo. Si soy capaz de darme todos los golpes en el mismo sitio y de tirarme el café hirviendo, las posibilidades de morir intoxicada o de clavarme algún filamento de esa fibra se disparan... 

Aun así, tuve compañeros que optaron por este material, lo que implicaba que estábamos todos expuestos a esos gases. La profesora siempre nos recomendaba después de cada clase tomar "leche blanca". Así que una tarde que quedamos 4 almas en pena terminando las máscaras, nos invitó a ir a la cafetería a merendar junto a su ayudante. No sé si fruto de la intoxicación o del cotilleo teníamos la teoría de que su ayudante era lesbiana y no con ánimo de criticarla, sino como un comentario más, igual que hablábamos de si a menganita le gustaba fulanito.

Esta chica había preparado un bizcocho de naranja que nos ofreció a todos aquella tarde. Con tan mala suerte que hice un comentario bastante desafortunado que me salió sin pensarlo "yo es que no soy muy bollera" para que no me diera un trozo muy grande. Cuando me di cuenta de la perlita que le había soltado a la pobre chica desee que la tierra me tragara. Menos mal que ella no pensó nada extraño y siguió la conversación normal, aunque después fui motivo de mofa durante varias semanas....

Musical de El Rey León

El viernes por la tarde fui a ver musical de El Rey León al teatro Lope de Vega. Fue espectacular. La caracterización y vestuario de los personajes están muy conseguidos, hasta tal punto que cuando juegan con las luces y sombras crees estar viendo al propio animal encima del escenario.

Los actores han sabido transmitir, además del caracter de cada personaje, la agilidad y realismo propio de cada especie, algo que no sabía como iban a resolver pero que a través de una maravillosa escenificación lo han conseguido y con creces.

Mis dos personajes favoritos, y los que se llevaron mi gran ovación, fueron Timón y Zazú, siento debilidad por los personajes bobalicones. En el musical tienen varios momentos muy divertidos y sobre inesperados que nos arrancaron más de una carcajada al público presente.

La banda sonora es la misma que en la película, con excepción de El ciclo de la vida que ellos lo llaman El ciclo vital. Debo reconocer que en esta parte me llevé una pequeña desilusión, aunque esto ya va a gusto del consumidor. Es una canción que me encanta y que siempre que oigo me pone la carne de gallina y no sé por qué esperaba que una gran voz sobresaliera sobre las demás, cargándola de más sentimiento y espectacularidad. Como dirían en O.T. "ha quedado muy plana".

El aporte negativo, general para todos, fue el espantoso calor que tuvimos que pasar de manera intencionada. Mucha casualidad sería que arreglaran la calefacción cuando bajó el telón final....

Si tenéis la oportunidad de ir, os lo recomiendo sin duda alguna.

Tontunas de broma

¿Os acordáis que compré unos dedos de látex para Halloween y que tenía pensada una broma? bien, pues hoy ha sido el gran día. Mi idea inicial era ponerle a una de mis compañeras un dedo en la cajonera, pero reconozco que me dio penilla y acabé confesándole mis crueles intenciones. Me reconoció que se habría asustado bastante, aunque se habría reído. Hice bien.

Así que hace unos días, junto a otra compañera, ideamos un nuevo plan. La víctima sería mi compañero de al lado. No hay día que no coja una barra que a alguien le sobró de una cajonera. Es su bastón de mando. Hace unos días le empezamos a poner unos clips, como si fuera una caña de pescar y ahí fue cuando surgió la idea de enganchar uno de los dedos al último clip.

Esta mañana, antes de que llegara, allí estábamos con el clip y el dedo al estilo Mcgyver. Después lo introdujimos por uno de los agujeros de la mesa para que no lo viera. Al par de horas, tiró de la vara y ¡zas! Creo que al principio se pensó que era otra cosa y del apuro lo volvió a dejar, después lo sacó de nuevo para comprobarlo y le cambió la cara. Pero lo mejor vino después, porque estando todos de pie le puso a mi compi (la que me ayudó) el dedo por encima del hombro y por la espalda. El susto que se llevó fue monumental, hasta tal punto, no sabemos como, que lanzó sus propias gafas contra el suelo inaugurando, para las próximas olimpiadas, la modalidad de tiro de gafas. ¡Qué bestia!

P.D. Durante todo el día no ha habido que lamentar bajas personales ni materiales.

Series de antaño. Primera parte.

Echando la mirada atrás, recuerdo con un cariño especial la serie Salvados por la campana (Saved by the bell). No me perdía ninguno de sus capítulos e incluso recuerdo que sacaron una colección de cromos, que por cierto nunca conseguí completar.

Si no recuerdo mal solo estuvo tres temporadas en antena aunque luego intentaron rescatarla con los años de universidad, dos telemovies y una nueva generación de estudiantes en el famoso instituto Bayside, pero no les salió bien la jugada.

Entre Zack o Slater mi respuesta era clara, Zack Morris. No sé cuantos años viví enamorada de aquel chico, aunque, la verdad, si lo pienso nunca me dejó de gustar. Alguna vez he visto a Mark Paul Gooselaar, que es el actor que lo interpreta, en alguna película de al mediodía y me he quedado embobada frente al televisor.

Hace poco me enteré que su característico teléfono móvil lo están intentando poner de moda otra vez, eso sí, adaptado a la nueva era, quién lo iba a decir  http://www.candy95.com/2011/02/the-zack-morris-phone-returns/

Tonta ella, tonto él

Os dejo con uno de los sketckes de Lady Kaña que más me gusta. Dejarse las llaves dentro del coche nunca supuso tanto problema...

Historias universitarias. Primera parte.

Para algunas personas quizás sea difícil de creer, pero la historia es completamente verídica. Aquella mañana teníamos una clase de Teoría de la información donde íbamos a aprender a analizar un informativo de televisión. El profesor que impartía la clase siempre ha sido una persona polémica y se ha creído superior al resto, pero lo que es la vida, desde aquella mañana la cosa cambiaría.

Puso la cinta VHS en el vídeo y le dio al play. Como suele ocurrir en estos casos, la gente se puso a hablar en ese momento mientras el resto estábamos pendientes de las imágenes, como si supiéramos que algo iba a pasar.

Aquello no era un telediario, ni un programa, ni un documental, se trataba de una película porno. Rápidamente lo apagó y se quedó como 10 min sin saber que decir.  Mientras tanto, nosotros no dábamos crédito a lo que estaba pasando y no parábamos de comentarlo y reír. 

Pasados esos minutos, lo único que se le ocurrió decir fue: "La cinta no es mía. Pedí que me grabaran el informativo y esto es lo que me han dado". Aquello no había quién se lo creyera, pero nunca supimos la verdad.

Tontunas de un apodo

Antes de nacer, mis padres pensaron ponerme Raquel, pero mi prima nació antes y se lo apropiaron, así que decidieron llamarme Cristina. No sé muy bien por qué, si por la extensión o por su sonoridad, es un nombre que no me gusta, aunque podríamos decir que sí sus variantes (Cris o Cristi).

Siempre que he podido así lo he hecho saber. En el caso de mis amigas del pueblo, recuerdo que dos de ellas me empezaron a llamar por mi apellido (es lo que tiene tener un apellido diferente) pero en su versión corta: Bascu. 

En mi trabajo la historia fue similar, hasta tal punto que mi jefe (sin yo habérselo dicho) me llama y me presenta como Bascu, poniendo la coletilla de que si alguien me llama Cristina les odiaré toda mi vida jeje! 

En el caso de la universidad fue diferente. Allí, mis amigas me bautizaron como Snoopy, aunque por hacerlo mío decidí escribirlo Snupy. Fue una época en la que me hice un cambio de look radical, cortándome el pelo a lo Victoria Beckham. 

¿De quién salió la idea de llamarme así? de mi amiga Joe. Por el corte de pelo, le recordaba al dulce pajarillo que acompañaba a Snoopy en todas sus aventuras.

Por suerte para mí no sabía cómo se llamaba, así que por defecto pasé a ser oficialmente Snoopy. Curiosamente, semanas o meses después, viendo el programa El rival más débil, salió la pregunta y allí fue donde nos enteramos que el pajarito se llama Emilio. 

Tontunas de gasolinera

La primera vez que tuve que echar gasolina al coche, la lié. No tanto como la del cloruro de sodio, pero el efecto bien podría haber sido parecido. Fue tan simple como no soltar el gatillo cuando sacaba la manguera del depósito. Allí sin reparo me puse a rociar el coche, la rueda, el suelo, las zapatillas...todo lo que pillaba a mi alcance y por supuesto allá donde miraba, ya lo dice el dicho "donde pongo el ojo, pongo la bala". Lo mejor de todo es que fue gasolina que por supuesto luego tuve que pagar.

Después, ya en carretera, menudo olorcito...llegamos a pensar que nos íbamos a inmolar, menos mal que no saltó la chispa que cualquier padre nos habría dicho en aquellas circunstancias. Sí, unas inconscientes, pero moriríamos felices. Allí estábamos las tres riéndonos sin parar.

Pensaba que era de las pocas personas, primero, que admitiría una tontería así y, segundo, que hubiera gente que me superara. Hace cosa menos de un año, llegó una de mis compañeras de trabajo oliendo a gasolina, las manos negras y con la ropa llena de plumas (igual que el ladrón de "Solo en casa"). Soy de risa fácil, pero es que aquello se me escapaba de la lógica. La pobre se había quedado sin gasolina y se echó por encima parte de la que te venden en bolsas en la gasolinera. La mala suerte quiso seguir estando de su lado porque el plumas que llevaba puesto soltaba más pluma que calor.

Y pensar que de pequeña me gustaba el olor a gasolina.....

Tontunas sobre teorías

De un tiempo a esta parte he aprendido y comprobado dos cosas:

1. Día que empieza mal, día que no se soluciona. No intentes cambiarlo, no hay nada que hacer. Simplemente espera a que pase lo antes posible.
2. Si me río de algo/alguien (sin mala intención), horas después me pasa a mí.

Por otro lado, quería dejaros unos vídeos de Elsa Punset (adoro a esta mujer) con consejos muy prácticos y útiles que seguro nos ayudarán en nuestro día a día.

Tontunas para recomendar

Ayer fue la festividad de la Almudena en Madrid. Podría haber decidido quedarme en casa y disfrutar de una tarde tranquila, pero me salió un plan mejor. Ir al Mercado de San Antón, situado en el barrio de Chueca. Así que nada, cogimos el coche y allí nos plantamos a pesar de la lluvia.

Empezó como una tarde de encuentros. Una de mis amigas coincidió con una amiga de la universidad y minutos más tarde, yo con un compañero de trabajo que, la verdad sea dicha, me hizo mucha ilusión. Además, por fin conocí a su pequeñín.

Este mercado, si no recuerdo mal, es del año 1945 aunque recientemente ha sido reformado y adaptado a los nuevos tiempos.  Tiene la peculiaridad de que las últimas plantas son restaurantes y puestos de tapas, pero no los típicos con sillas y mesas (que también los hay) , si no que es una barra continua a lo largo de toda la planta y cada uno de ellos está especializado en algo diferente. A parte hay otra especie de barra que da al interior del patio donde puedes sentarte con tu bebida y tapa, independientemente de donde lo hayas comprado.

Por lo visto también tiene una terraza, pero no la hemos podido ver porque estaba cerrada. Aun así me parece un sitio muy recomendable por la calidad de la comida y el buen ambiente. Un lugar diferente para pasar un buen rato.

Tontunas de series

Uno de mis hobbies favoritos es seguir series de televisión. La temática me da igual, solo busco que me enganche, aunque reconozco que las que giran entorno a la medicina y homicidios son las que más me gustan. Intentar dar sentido a un asesino en serie, interpretar todos los elementos de la escena de un crimen o la acción que se produce en una operación a vida o muerte, me llaman poderosamente la atención. Hasta tal punto (no que haya decidido hacerme policía, doctora o asesina) que algunas cosas las aplico en mi vida diaria. 

Por ejemplo, el otro día cuando subí a por café en el trabajo descubrí una mancha de café en el rellano de la escalera. Aunque parezca mentira por los que me conocen, no fui yo (tengo la maldita manía de tirármelo encima, pero de esto ya hablaré otro día). Inconscientemente estudié la trayectoria de la mancha. Sin duda, había sido alguien de la planta de abajo. De mi planta. También, por la escalera en la que se había producido media planta ya quedaba descartada. 

Solo quedaba buscar sospechosos e interrogarlos jajaja! aunque mi respuesta estaba clara. Si yo no había sido, solo quedaba otra persona tan torpe como yo. Así que me lancé a la piscina y ¡bingo! acerté. Confesó rápidamente. Como cualquier "asesino" primerizo intentó limpiar sus pruebas, pero no lo hizo bien. Caso cerrado.