El día que coronamos el Pico do Arieiro, tercer pico más alto de Madeira, fue toda una aventura y una de las vistas más impresionantes que conozco. 1810 metros de altitud, cielo completamente despejado, un paisaje espectacular de formaciones rocosas y una tranquilidad pasmosa. Durante unos minutos el tiempo se detuvo. Después, el viento fresco del atardecer me hizo regresar a la realidad con mi grito "Arranca Pekín Express".
Y es que parece ya una tradición. Cada verano editamos un vídeo con una temática diferente. El año pasado fue Madrileños por el mundo y éste un homenaje a Pekín Express. Sin embargo, la aventura no quiso que acabara aquí. Según descendíamos de altitud, los frenos del coche decidieron tomarse un respiro. Empezó a salir humo sin parar en el peor momento, quedándonos tiradas en una de las curvas cerradas más peligrosas. Por suerte, todo quedó en un susto.
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